miércoles, 16 de marzo de 2011

Pena

Ya sé que afirmé no volver a hablar de temas privados por aquí. Pero mira, hoy estoy un poco "así de aquella manera" y me apetece "largar".
Come on to put goodfountain a little green. Well, not very but... Está apalancao.
Le veo bien. Mejor que nunca. Peeero, apalancao.
Quiero decir, que se le ve ya con su familia formada, y eso me da pena.
Ahora me siento como esa abuela que siempre te quiere casar y ponerte a parir como para un equipo de balonmano. Esto no será muy ético como "nadie" que soy de puertas de plató para afuera, aunque sí es lícito en cuanto a persona que se interesa por otra persona (o personas, en este caso). ¿Qué hay de malo en querer ver feliz a los que te hacen feliz?
Por eso pensando pensando, ato cabos y me sale una edad, una estabilidad emocional y un perro adorabilísimo. Y en la ecuación no me cabe una cosa de esas que lloran, cagan, comen y te agarran el dedito cuando se duermen. Pena. ¿Y por qué siento esto cuando yo soy la primera que digo un NO rotundo a tener una cosa diabólica de esas? ¿Por que como me dice todo el mundo "es la evolución lógica"? No. Porque se ve que hay personas que son ideales para tal función social (dar continuidad a la especie con éxito de felicidad).

Menos pensar. Más actuar según la intuición. Si te paras, te mueres, empezando por las neuronas. Y no lo digo yo, que lo dice Punset, ¡oiga!.

Después de pararme a esta reflexión, ¿podremos dejar atrás la pena contrarrestando con una euforia?
¡GUAU! (dijo el melenudo mientras le daba la patita)

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