domingo, 23 de febrero de 2014

Volver sin ir

Lunes 24 febrero. Tres años y un día desde la desvirtualización de la Petita Familia frente al plató de Buenafuente. Y desde mi última estancia en dicho plató.
Soy tres años más vieja y tres años más loca. ¿Friki?, va y viene.

Me hubiera gustado volver a ese polígono a pasar un rato entretenido.
Los que sí van son mis amigos Criss y Albert. Tres años y un día desde que se vieron en persona. Estaría con ellos vestida de Celestina y curándoles las heridas del flechazo (soy enfermera, ninguna herida abierta, ¡y menos amorosa!). Como no puedo, les he mandado un espía acompañante: Don Pio.

Don Pio es un muñequito coqueto, aventurero y supercariñoso.
Ha estado en bici, en un combate mortal, en un castillo medieval, en un capítulo de Bones, en un huevo, en la Antártida, en el teatro, en la granja de Playmobil, en la playa...

¿Y dónde estará ahora?



Don Pio, saluda, que te fisgo desde casa.

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