domingo, 31 de mayo de 2015

que semana

Semana completita tanto en el polígono como por fuera.

En plató pasaron cosas tan maravillosas como la triunfada de Bob.
Un día salió con fanfarrias y elegancias desde la cabina hacia la mesa, y allí disfrutó analizándonos la gala eurovisiva. Bravo. Y como era poco para este grande, lo pudimos aplaudir cuando se marcó un karaoke durcaliano junto a su amiga Isabel Coixet.
No hay mejor manera de cerrar el broche Pop de la semana, que haciendo un manifiesto firme de los derechos y libertades del ser humano para vivir en la sexualidad que cada uno tenga, y denunciar enérgicamente las penurias que han de sufrir muchas mujeres por la falta de esas putas libertades que todos merecemos. Bravísimo.


Uy, y muchas más cosas pasaron.
Intentaron que Coronas capara un hurón hembra. Lo de tirar el guión por los aires, ahora que lo tiene grapado, no queda tan bonito. Puestos a hacer mierdicosas como el Charlie Charlie, pues a lo grande. Y que las buenas costumbres permanezcan, como la de tomarse una caña con un espectador, gesto simbólico extrapolable a todos nosotros, ¡a vuestra salud!.

La salud fue otro minitema de la semana. Tras el catarro de Jorge, se sucedió el de Andreu. Y como soy muy empática, al día siguiente yo también estaba acatarrada. No quedó aquí la cosa, fue hablar de su impresora jorobada y se estropea la mia. Por favor, Andreu, que no se te sigan estropeando cosas.

Lo que no se estropea es el buen humor.
Ante una versión homenaje a un clásico, no pude dejar de pensar que en vez de afeitar barbas, bien podía recortar un poco el tupé, el cual no sabemos a cuantos pisos de altura pretende llegar. 

La locura total llegó al final, con Marc y penes. (Que raro, ¿no?, Marc Giró hablando de penes)
Coronas y Jorge se escondían bajo la mesa buscando refugio a tal desenfrenada verborrea ininteligible. Mientras, un Andreu atónito parecía pensar si el seguro les cubrirá el psiquiatra.


Más allá del programa, esta semana voy un poco a lo loco. El motivo puede ser la aparición de Luis Álvaro por la puerta grande en mi lista de ídolos adorables. Dándome cuenta que no puedo compartir este blog con Andreu y tropecientos más que vayan surgiendo, pues con Luis había que hacer algo.
Lo de crear otro blog ya es perder mucho tiempo (y que tampoco sabría qué escribir), así que en una reunión EnElAiriber, las 4 chifladas decidimos abrirle un twitter. Así es, voy a invertir frikitiempo en el chavalín del rizu, y supongo que habrá que sacarlo de Andreu (porque de Mike no voy a quitar ni medio minuto).


Que no cunda el pánico. Aquí hay StalkerAri para todos. Cada cual en su campo. Por ejemplo no se me ocurriría soltarle al Jefe las mierdigilipolleces que churrimonto para Luis. Con este último, cualquier cosa que diga o haga se quedará corta. Con el señor de las premornings, juguemos con cllllase.


Pues eso, el lunes entró en funcionamiento @luisalvaraners (muy original no es, vale, es que no queríamos que fuera ni fanclub ni seguidores ni rollos de mojabragas).
La cosa va chutando y no parece que moleste (si lo hace, pues que nos lo comunique el afectado para poder subsanar el desagravio).
Creo que se lo merece muy muy mucho. Es diferente, desternillante, showman sin complejos, artista polifacético, elocuencia transgresora, obrero del JA y del JOJOJOOOOLOQUEHADICHO,... El muy cabrón encima es un encanto de persona, "enamorando" en cada gesto.
Es de esos descubrimientos que me gusta gritar, así como él lo hace. Esperamos estar a la altura de las circunstancias.
Sandra, Marta, Valeria, y una servidora (Arimike), trabajando para pasar un rato divertido.


PD: en entrada aparte hablaré de la firma en Madrid y la postalica churrituneada limoneramente, ¡ya la tengo en mi poder!

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